Si me preguntaran de qué va el libro de “A sangre fría” diría que trata de la exterminación por el mero gusto de destruir de una familia que es la encarnación del sueño americano. A mis ojos este libro es una crítica mordaz a todos los estamentos de la sociedad americana donde lo irracional, iracundo y demencial irrumpe en el orden próspero y comedido de la familia Clutter. El libro narra el choque brutal de dos formas de vida en la inmensa amplitud del medio oeste americano.
Por un lado la familia Clutter vive la vida como un deber, sus vidas son construcciones que responden a un modelo ético y tienen un sentido comunitario de las relaciones. Viven su vida como un sistema autónomo y autogestionado donde mantener las relaciones sociales se vive como un deber y el no sostener los roles sociales se vive como una infidelidad a ese sistema (por ejemplo la señora Clutter se siente culpable al ser autónoma en uno de sus tratamientos). La familia Clutter se nos presenta en un ambiente de sospecha e indefinición (El señor Clutter no desea que Nancy siga la relación con su novio, por otro lado Nancy se pregunta si el padre fuma etc..) Parecen realmente cuatro individuos aislados cada uno del otro y que tienen en común el apellido pero poco más. En ellos parece no latir la vida, sino que representan la eficacia, la cordura o al menos los intentos de la misma. Son personajes de corazones helados, iguales en su haz y envés, gélidos e inamovibles.
Frente a ellos el sentido de la supervivencia y el nomadismo de Perry y Dick, comportándose como los eternos fugitivos de unas vidas que no han elegido, y tras el asesinato infame huyendo de sus consecuencias. Perry busca un ideal en la vida, pero proyecta ese ideal en otras personas más poderosas que él, en quienes confía y a quienes otorga el cetro de su existencia: Dick es ese ídolo, y como tal, vive por y para si mismo, hedonista y psicópata. En Dick busca Perry el calor del reconocimiento, el lugar donde conseguir cobijo ante las intemperies de la vida, aunque el peaje a pagar sea tener «sangre fría». Perry es el verdadero foco de interés de la crónica. Capote va descomponiendo el personaje de Perry a través de todas las caras de su persona: la relación con el padre, con la hermana… manifestándose desde fuera como un hombre contrahecho de mil caras y reflejos donde nunca vemos una motivación abstracta: el deseo de explorar nuevos mundos y encontrar tesoros, ampliar su cartografía mental, aprender y comprender, pero, tristemente para él, con sus medios paupérrimos su vida es solo subsistir. Veremos en Perry una compasión básica ,animalesca, quizás basada en más en el deseo sumiso de agradar, que en el comprender el verdadero sufrimiento de los otros.
De este modo la familia Clutter queda reflejada ( a pesar de los múltiples testimonios de toda la comunidad) como unos personajes planos y ambiguos frente a las múltiples facetas y honda dimensión humana y cálida que se le atribuye a Perry.
Bien, este libro se inscribe en la corriente del Realismo Americano, de este modo vemos escenas caústicas como la escena en que un grupo de vecinos se dedica a limpiar la sangre del crimen, así como el hecho de que la pareja aproveche que toda la familia está reunida por el funeral para celebrar la boda. Ésta última anécdota nos hace entender que la familia Clutter entiende la familia como una secuencia de actos sociales comunes pero no como la construcción de la historia afectiva y de roles que definen el sustrato del individuo.
Por otro lado el hecho de que el género sea una crónica periodística nos hace ver licencias que serían imperdonables en una novela, por ejemplo que aparezcan personajes o secuencias que luego no tienen ninguna función estructural en la narración. Así como pasajes excesivamente explicativos (descripciones de ciudades o lugares geográficos, prolija exactitud en las fuentes) que promueven la idea de veracidad absoluta. Para mi gusto el texto final es demasiado denso y condensado con demasiados flecos estructurales y concatenaciones causales absurdas (la forma de encontrar a los asesinos, la radio, el hacerse un seguro de vida horas antes de morir) que solo pueden justificarse por basarse en un hecho real. Para mi gusto yo prefiero las novelas como una sinfonía donde hay altos y bajos y se alternan los ritmos narrativos, así como la alternación de detalles con las escenas de tensión ( aquí todas las escenas son densas y parecen las que van a resolver la expectativa del lector de cómo puede cometerse tal atrocidad)
Finalmente las recomendaciones:
Para las que han disfrutado con esa vida vagabunda y épica a través de los paisajes americanos: En el Camino de Jack Kerouack y para las que disfrutan con el realismo americano y los retratos caústicos de la sociedad de clase media: Vidas Cruzadas de Carver. ! A seguir leyendo!